Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 11 de mayo de 1946, murió, a los 61 años de edad, Pedro Henríquez Ureña, en Buenos Aires, Argentina. Fue un escritor, filósofo, lingüista, maestro, periodista, educador y crítico literario dominicano, considerado como uno de los intelectuales más destacados de la República Dominicana y del continente. El título de mayor dimensión que se le ha otorgado al inmenso Pedro Henríquez Ureña, como reconocimiento a su legado histórico es, cito: “El gran humanista latinoamericano”. Dejó su impronta en Cuba, México, Estados Unidos, Argentina y, obviamente, en la República Dominicana.
El legado de Pedro Henríquez Ureña es inmenso. Fue un escritor muy prolífero. Su primera obra, titulada “Ensayos Críticos”, la publicó en 1905. Luego, en 1910, en París, Francia, publicó “Horas de estudio”. Entre sus grandes otras están: 3) Nacimiento de Dionisios (1916); 4) La versificación irregular en la poesía castellana (1920); 5) En la Orilla. Mi España; 6) La utopía de América (1925); 7) Gramática Castellana (1939); 8) El Español en Santo Domingo (1940); 9) Historia cultural, historiografía y crítica literaria (1945); 10) La cultura y las letras coloniales en Santo Domingo (1936). Definitivamente, tal y como lo planteó en una ocasión el destacado escritor e intelectual dominicano Andrés L. Mateo, cito: “el sublime magisterio de Pedro Henríquez Ureña no lo ha degradado el tiempo”.
Termino esta nota con un pensamiento de Pedro Henríquez Ureña, cito: “Solo la cultura salva a los pueblos”.