Después de cerrar los puertos a los inmigrantes, el vicepresidente del gobierno italiano y ministro del Interior, Matteo Salvini, está dispuesto a cerrar los aeropuertos. En los últimos días circuló la hipótesis de que Alemania planteaba organizar en octubre dos vuelos chárter llenos de inmigrantes que habían entrado en su territorio tras desembarcar en Italia. El tratado de Dublín permite reenviar a los inmigrantes ilegales al país por el que entraron en la Unión Europea. Hasta ahora, este reenvío de refugiados llamados “dublinados” a Italia se realizaba de forma individual con viajes en vuelo regular.
En Alemania hay 40.000 inmigrantes que entraron a Europa por Italia. Cada mes llega a este país desde Alemania una media de 25 prófugos, seleccionados después de un largo procedimiento y acompañados en vuelo por la policía alemana hasta su aterrizaje en Italia. Pero, según
informaciones recientes, el gobierno alemán ha decidido acelerar las operaciones y había previsto que el próximo jueves aterrizaría en el aeropuerto de Fiumicino de Roma un vuelo charter con 40 refugiados. La respuesta del ministro del Interior, Matteo Salvini, no se hizo esperar: “Si alguien, en Berlín o Bruselas, piensa descargar en Italia decenas de inmigrantes con vuelos charter no autorizados, debe saber que no hay ni habrá ningún aeropuerto disponible. Cerramos los aeropuertos como hemos hecho con los puertos”, dijo el ministro del Interior. Después de la dura reacción de Salvini se produjo un desmentido alemán. Un portavoz de Baviera ha precisado que “no hay ningún vuelo chárter previsto para esta semana”.
Matteo Salvini mantiene su posición de tolerancia cero sobre los inmigrantes consciente de que así aumenta el consenso de la opinión pública. La Liga se refuerza más cada día y es ya el primer partido del país de forma destacada. Según la encuesta Isos publicada el sábado por el Corriere della Sera, La Liga roza el 34 % en intención de voto, mientras cae el Movimiento 5 Estrellas, que se sitúa en el 28,5 %. Distante y estable permanece el Partido Democrático (17,1 %), y Forza Italia de Berlusconi continúa con su caída: 7,8 %.