Santiago Matías #alofoke… y las culpas ajenas de las demás versiones

Traté de competir… monté una plataforma «mejor que la de #alofoke», pero él era el emprendedor y yo el intruso.

Para competir debes tener el «contexto», el anillo, estar en el mundo, y aunque mis amigos urbanos me apoyaron, nadie pudo matar la exitosa página que hizo que Santiago Matías emergiera desde lo digital para luego pasar a «dar la cara».

El movimiento urbano pasa en RD por él, junto a otros productores, aunque lo que hagan como «dizque música» no forma parte del repertorio musical que acostumbro, desde Cambalache https://youtu.be/vH6_jzFlkFg, pasando por My Way https://youtu.be/w019MzRosmk hasta las versiones retro de Creep https://youtu.be/m3lF2qEA2cw.

Santiago Matías alofoke y las culpas ajenas de las demás versiones

En mi mente se agolpan cientos de temas y cantantes, pero ninguno de ellos son los que aparentemente escucha y crea #alofoke… es como vivir en mundos paralelos.

La música urbana llega a una frontera donde todos se detienen para ver del otro lado, Violines reales, Baterías y Guitarras con virtuosos detrás.

Es difícil poder comparar el mejor tema urbano con Under Pressure https://youtu.be/DZBCUfGAbN8, aunque escuchando Ganster Paradise https://youtu.be/fPO76Jlnz6c con sus 1274 millones de views en 5 años me diga que lo tremendo puede venir de cualquier lado.

Letras malas y buenas las escuchamos o dejamos de escuchar en cualquier idioma, sea «música de verdad» o eso que también llaman así, solo con equipos y aunque producciones de N-fasis X Wilmer Roberts – «Los 2 Olivos» me ponga los pelos de punta con tanto atrevimiento rozando lo «perfecto» con 2.6 millones de vistas, preferiré siempre Hey Jude e incluso It’s My Life de Bon Jovi https://youtu.be/vx2u5uUu3DE, aunque el retro como All About That Bass – Postmodern Jukebox European Tour Version https://youtu.be/aLnZ1NQm2uk haga que deje de hacer lo que hago para disfrutarlo.

Hace poco escribía un artículo mencionando que el nombrado #alofoke era un producto «defectuoso» y un amigo que ahora es funcionario me contó la popularidad que «tuve» entre la clase política… sin embargo, esos mismos amigos me acusan de ser demasiado duro con quienes «fabricaron» el producto, ellos mismos.

Ahora le llaman «Generación #alofoke» y estoy claro que existe, la pregunta real es quién la creó y por qué, si la critican, hacen poco por rectificar el rumbo.

#Alofoke y Tokisha son la actualidad de tantos cantantes de antaño que cayeron en la droga, de tantas «nalgas» que tuvieron que venderse para poder escapar o subir en la farándula y tanta hipocresía acumulada en una sociedad que estuvo rota, está rota y estará rota si incluso, los «alofokianos no hacen nada por salvarla».

¿Cómo puede ser que la República Dominicana posea uno de los sistemas educativos más desastrosos del mundo y de lo peor del continente?, una seguridad social inexistente, un caso en el tema de la propiedad y la tierra invadida por corrupción de gobierno en gobierno, una seguridad ciudadana que no existe, y un sistema de salud donde el paciente pasó a ser cliente.

¿Quién destrozó la sociedad?, ¿quién corrompió los sindicatos, matando los movimientos que producen cambios, quién compró a todos?, ¿quién repletó los consejos que deciden el destino del país, quién permitió que los narcos invadieran los partidos, quién le teme al voto popular y desterraron el voto electrónico…? no fueron ni #alofoke ni la generación que le acompaña.

Políticos delincuentes, ladrones, que han comulgado con los narcos, hipócritas, ahora quieren centrar en quien posiblemente ha andado en ese mundo o más, como si él fuera el amo y creador de la perversidad del universo… No, mil veces no, quien ha destrozado la sociedad hasta que desde una jipeta hasta un motorista irrespete la luz roja, quien ha embrutecido a la sociedad, quien la ha convencido de que el desarrollo es hacer carreteras y metros para llevar pueblos que escriben con falta de ortografía, no han sido los de la Generación #alofoke sino precisamente, quienes le crearon y los que hoy incluso, viven desde sus estaciones de radio con música «plebe» a las 10 a.m. o los «domingo de matiné», hasta los políticos que para sus campañas no solo le dan entrevistas, sino que les ayudan a ocupar curules.

Detrás de una crítica hay un hipócrita, al lado de un #alofoke vive un ladrón o una madre soltera abandonada a su suerte con 3 hijos por una sociedad que ni les respeta, ni les quiere, ni les preocupa.

Es cierto, sí, que el llamado #alofoke posee la oportunidad incluso, de trascender en la vida, si puede reencausar su liderazgo que hace incluso qué jóvenes «encorbatados» y con conocimientos usen sus plataformas, si entiende que salir en TV lo hace famoso, pero no mejor persona, si entiende que puede, incluso, ayudar a construir la generación que la República Dominicana necesita, no la de la dádiva sino la que denuncie a las AFP, el caos institucional en el tema de la tierra, quien reforme desde 0 para siempre el sistema de Educación para que los niños aprendan a sembrar un árbol y amar al prójimo, la que transforme el sistema de salud en preventivo y no en el beneficio de las farmacéuticas, la sociedad donde se pueda gozar hasta las 4 a.m. y la vida valga, que no quede en las manos de 2 delincuentes… #alofoke puede, porque quien cuente con lo que se conoce hoy como Clase Política, estará tirando sus esperanzas al mar.

 

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