Dos de cada tres ocupados están en condición vulnerable sin acceso a beneficios de protección social
En la zona fronteriza se profundizan las debilidades estructurales del mercado laboral dominicano, entre las que se destacan el predominio de la informalidad, las actividades de baja productividad y reducida remuneración; y limitado nivel del capital humano disponible.
La publicación el Monitor de la Frontera octubre 2021, sobre “Aspectos y oportunidades del mercado laboral en la zona fronteriza” destaca que el 31 % de los empleados pertenece al sector formal y el 69 % al informal.
“Es decir, dos de cada tres de los ocupados en el territorio se encontraban en condición de vulnerabilidad por no tener acceso a los beneficios del sistema de protección social”, precisa el informe.
Además de la informalidad, el mercado laboral en la zona fronteriza presenta un marcado rezago como resultado de la limitada presencia de empresas privadas (3,171; el 2 % del total), con más del 90 % clasificadas como microem- presas y una mayor concentración en la agricultura y el comercio.
“La evidencia apunta a que un mayor número relativo de empleos de baja productividad deprime los salarios en toda la economía. En el caso de la zona fronteriza, las actividades de agricultura (32%) y comercio y otros servicios (30%) son las de mayor peso en términos de población ocupada”, agrega el estudio.
Las dinámicas laborales que se desarrollan en estos sectores evidencian marcadas diferencias territoriales de remuneración dentro de la misma actividad y de acuerdo al Sistema Integrado de Registro Laboral, en particular Pedernales RD$8,000 mensuales, Santiago Rodríguez RD$8,905 y Montecristi RD$10,184 están entre las primeras provincias con menor salario formal agrícola del país.
La publicación mensual, elaborada por la Dirección de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza, del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo presenta un contexto del mercado laboral de la zona fronteriza, con miras a la creación de oportunidades para ampliar el alcance de la protección social en el territorio.
Señala que inicialmente, Dajabón, Montecristi y Santiago Rodríguez presentan la mayor densidad de empresas en todo el territorio: el 77% de las empresas formales de la zona, con mayor presencia en Montecristi (43% del total).
“Las actividades económicas desarrolladas al norte de la zona fronteriza reafirman la potencialidad de este territorio para poner en marcha este proyecto”, precisa.
La zona fronteriza también presenta condiciones estructurales relacionadas a la baja cualificación de la población, y una reducida presencia de habilidades relacionadas con el conocimiento técnico. Otro patrón que caracteriza el empleo en la zona para estas actividades es la alta masculinidad: el 58% de los empleados en el sector laboral formal son hombres y el 42% mujeres.
Propone el estudio, que los programas de protección social para el mercado laboral en la zona fronteriza deberían contemplar acciones que aborden sus limitaciones estructurales: informalidad, baja productividad, y limitado capital humano.
Se indica en el informe que los esfuerzos deben dirigirse a aumentar la oferta de empleo, de organizar los sectores productivos, crear oportunidades para el emprendimiento, fomentar la capacitación en áreas propias de cada territorio, atracción de la inversión y el aumento de la empleabilidad.
La investigación puntualiza que la perspectiva territorial del mercado laboral en la zona fronteriza ha demostrado la necesidad de intervenciones que generen dinamismo en las actividades productivas para tener efectos multiplicadores que beneficien a la sociedad y a la economía en sentido general.
“Una vez construido un sector privado más sólido se sugiere promover la asociación, unión o coopera-tivización de las micro y pequeñas empresas existentes”
Informe Monitor Frontera 2021