Los que corrieron temprano en estampida, otrora peledeistas pero dizque dispuesto a pactar con ellos, no importa los escándalos, si es que los «números le dan», ofrecieron unas declaraciones semejantes a «lavado de manos», aunque apegados a lo que debe ser una posición correcta, que la justicia hable.
Ser peledeista no te proclama corrupto, por lo tanto, se puede defender al partido, la justicia y su independencia siendo morado, heredero de Juan Bosch, pero eso no fue lo que vimos hoy en Ciudad Nueva, porque según los vítores, dan por hecho que es una «persecución política» y no, como casi todo el pueblo cree, un acto de Justicia.
Cómo desde un partido antiguamente de izquierdas, ante los escandalosos escenarios expuestos y teniendo en cuenta antecedentes de los casos anteriores a este destapados, donde varios de los implicados ha devuelto lo robado, parte de la militancia se convierte de pronto en juez, dictaminando inocencia, ¿en base a qué?.
Es dificil ser peledeista en este tiempo, de cara a unas elecciones, defender los principios democráticos y la doctrina bochista, repetando la corriente de justicia y dejando a merced de esta lso compañeros que creyeron que el estado era suyo y que de haber seguido en el poder quien sabe, no dejaran nada en pie, como parece pasó aunque todos debamos esperar las sentencias.
Andar en la cuerda floja del juicio a priori, los compañeros, inocentes o culpables, marcho o no marcho, me la juego por ellos o los dejo que se pudran en la carcel por corruptos… Ser Peledeista es igual a que ser equilibrista en los tiempos que corren.