Técnicos del Ministerio de Medio Ambiente han recomendado la detención de cualquier acción que fragmente o divida las áreas de manglares en El Estillero, luego de que un reciente informe arrojara que impactos ambientales que incluyen la construcción y destrucción de un puente afectó 223 tareas del humedal ubicado en la provincia Samaná.
Al pedir que se declararan de emergencia los manglares de El Estillero, representantes del Ministerio abogaron por evitar la apertura de caminos y empalizadas rígidas.
El Viceministerio de Costeros y Marinos informó que la referida estructura alteró el flujo de la marea y, por consiguiente, el aporte de agua salada de mar al pantano natural.
«Esto ha provocado la afectación de una masa de mangle rojo de aproximadamente 14 hectáreas», indicó José Ramón Reyes López, viceministro de Costeros y Marinos, en referencia al informe sobre el manglar afectado en el paraje La Barbacoa, de El Limón, Samaná.
Explicó que entre los hallazgos más importantes de la investigación realizada por los biólogos y técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales figuran que el puente ha obstruido el flujo de la marea, lo que ha reducido el aporte de agua de mar y por consiguiente la salinidad del agua en el humedal.
En ese sentido, recordó que «el mangle rojo, que es una especie halófila; es tolerante a la salinidad, pero no puede sobrevivir solo en agua dulce».
«La baja salinidad ha provocado la muerte de un porcentaje importante del mangle rojo. El mangle rojo también está afectado por hongos, bacterias e insectos», dijo Reyes López, quien indicó que los resultados de las pruebas realizadas en el Laboratorio de la Dirección General de Aduanas descartaron que el manglar haya sido quemado con algún herbicida, como se especuló al principio.
El informe, firmado por el técnico Bienvenido Santana, especialista en ordenamiento ecológico, fue remitido por la Dirección Jurídica del Ministerio a la Procuraduría Especializada para la Protección del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Proedemaren), que realiza una investigación sobre el hecho.
Medidas tras incidente
Reyes López explicó que, como una medida precautoria, el Viceministerio de Costeros y Marinos inició el proceso de retiro de las rocas que obstruyen el libre flujo del agua marina hacia el humedal que, en conjunto, tiene una dimensión aproximada de 31.35 hectáreas (498 tareas) en una zona de depresión propensa de inundación permanente.
«Los manglares ocupan aproximadamente 16.65 hectáreas (264 tareas) y un cuerpo de agua contiguo ocupa alrededor de 14.7 hectáreas (233 tareas), conformando todo el humedal», añadió.
Los técnicos recordaron que en mayo de 2008 se produjo una denuncia relativa al corte de unas siete hectáreas (111 tareas) de mangles, que se corresponden con el área noroeste del terreno, la cual fue restaurada con mangles y por regeneración natural.
Indican que las imágenes satelitales históricas de Google Earth registran, hasta el año 2012, acciones de canalización del área de humedal y el manglar. «Se observan 5 líneas de canales de drenaje en la misma área del manglar hoy afectado con una longitud de 1,368 metros», dice el informe.
Añade que «esos canales de drenaje alteraron en su momento el sistema hidrológico y la salud del manglar. Los canales al paso del tiempo y con la recuperación de los mangles se llenaron de sedimentos y perdieron su función de drenaje y hoy no pueden verificarse como tal en el terreno», indica.
En cuanto al puente, fue construido por el Ayuntamiento de El Limón, y poco antes de la atención a la denuncia ambiental de 2008, la Proedemaren de San Francisco de Macorís, la cual ordenó, mediante Resolución d/f 4/11/07, la destrucción del puente para restablecer el curso del río El Estillero.
«Desde esa fecha, el manglar se recuperó gradualmente hasta el año 2020 como muestran las imágenes de satélite de Google Earth. Entre los años 2022 y 2023 el puente o barrera de rocas fue restablecido de manera improvisada con rocas de gran tamaño y tuberías entre ellas», indica.
El mayor impacto
El viceministro Reyes López indicó que los técnicos determinaron que «la única acción actual que representa un impacto considerable y de gran magnitud que afecta la dinámica hidrológica del manglar es la barrera de rocas (remanentes del puente), que es un conjunto de rocas acumuladas con tuberías en su interior formando una barrera hídrica, hacia el lado del manglar que no favorece la entrada del flujo de la marea de manera adecuada o suficiente».
«No es solo la falta de agua de mar con su contenido salino que estaría afectando los mangles, principalmente al mangle rojo, sino que los insumos de agua fresca pueden ser positivos al ecosistema, por ejemplo, en condiciones de suelo hipersalino», indica.
«Sin embargo, altos insumos de agua fresca e inundación prolongada pueden causar condiciones anóxicas (poco oxígeno disuelto, en este caso, en el agua), también los sedimentos de sólidos suspendidos que es parte de la dinámica hidrológica, que sirve de estrategia de vida al mangle rojo».
Señala que dos mediciones de la salinidad dentro del manglar afectado registraron un 2% en el frente suroeste de los mangles y un 0% en el puente del lado del manglar afectado, indicando muy baja salinidad.
Además, remover de manera inmediata la barrera de rocas (puente) completamente, no deberán quedar restos de rocas; ni en el área del puente, ni en la desembocadura, lo que deberá iniciar un proceso de remediación gradual en los mangles afectados mejorando el balance hidrológico del humedal manglar.