El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán ha acusado a EE.UU. de ser «cómplice y responsable» de los crímenes de Arabia Saudita en Yemen.
En estos términos Teherán ha respondido a una declaración emitida por la Casa Blanca este viernes, en la que Irán fue acusado de violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y utilizar la «grave crisis humanitaria en Yemen para promover sus ambiciones regionales».
Washington también reiteró su apoyo a Arabia Saudita y sus aliados al alabar a Riad por la reapertura del puerto yemení de Hudaydah y del aeropuerto internacional de Saná, permitiendo el paso de ayuda humanitaria de la ONU.
«Complicidad»
La declaración de la Casa Blanca «demuestra abiertamente la complicidad de EE.UU. y su responsabilidad en los crímenes de Arabia Saudita contra Yemen», ha afirmado el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Bahram Qassemi.
Al mismo tiempo, el vocero iraní rechazó firmemente las acusaciones de EE.UU. de que Teherán apoya militarmente a los rebeldes hutíes, al tacharlas de «totalmente infundadas y falsas».
«EE.UU. intenta, como siempre, desviar la atención del público y la comunidad internacional de los crímenes inhumanos cometidos por la coalición de agresores contra Yemen, y en lugar de pedirle a Arabia Saudita que ponga fin al bombardeo de objetivos civiles y la matanza de personas inocentes e indefensas en Yemen, abiertamente dice que apoya a este país en la continuación de sus atroces crímenes», subrayó Qassemi.
Asimismo, el portavoz iraní afirmó que el apoyo por parte de Irán a la resistencia contra la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen se realiza estrictamente a través de medios políticos y humanitarios, no militares.
«Como ha anunciado repetidamente la República Islámica de Irán, damos la bienvenida a cualquier iniciativa que [ayude] a enviar ayuda humanitaria a Yemen y aliviar los sufrimientos de la población de este país», concluyó el portavoz.
Miles de víctimas
La coalición liderada por Arabia Saudita ha estado llevando a cabo una campaña militar contra los rebeldes hutíes y las tropas leales al expresidente Ali Abdullah Saleh en Yemen desde marzo del 2015, en un intento de reinstaurar al depuesto líder Abd Rabbu Mansour al Hadi e impedir que los rebeldes se hagan con el poder en el todo el país.
Más de 5.000 civiles han muerto y casi 9.000 personas han resultado heridas en los combates, según las últimas cifras de la ONU. El estricto bloqueo naval y aéreo impuesto a Yemen por la coalición liderada por Arabia Saudita ha empeorado drásticamente la situación humanitaria en el país.
Al menos 17 millones de yemeníes tienen «inseguridad alimentaria», según la ONU, con cientos de miles de niños desnutridos. El país también está lidiando con un importante brote de cólera, con unos 900.000 casos sospechosos registrados a principios de noviembre.
