Un grupo armado toma el control del principal pozo de agua de Libia y corta el suministro

khalifaUn grupo armado, al parecer vinculado a las fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, ha cortado una de las tuberías principales de suministro de agua a Trípoli, informaron este martes fuentes de seguridad.

Según las fuentes, presuntos miembros de la milicia liderada por el señor de la guerra Jalifa Henish cerraron varias de la grandes válvulas del llamado «Río Hecho por el Hombre», un faraónico proyecto hidráulico iniciado en tiempos de la dictadura de Muamar el Gadafi, quien fue depuesto en 2011.

«El departamento del Proyecto del Río Hecho por el Hombre informa de que el bombeo de agua desde los pozos se ha interrumpido, debido a que un grupo de hombres armados asaltó las instalaciones y obligó a los trabajadores a cerrar las válvulas», confirmó el organismo en un comunicado.

 

Ni los responsables del proyecto ni las fuentes de seguridad revelaron cuáles son las reivindicaciones de los asaltantes y se limitaron a subrayar que no hay fecha para la reanudación del suministro.

«El cierre afecta a gran parte de la capital y a varias ciudades del extrarradio», agregaron.

El sur de Trípoli es escenario de combates diarios desde que el pasado 4 de abril tropas lideradas por el mariscal Hafter, tutor del Ejecutivo establecido en la ciudad oriental de Tobruk, levantara un cerco para expulsar al Gobierno apoyado por la ONU desde 2016 en la capital.

Desde entonces, los combates han causado más de 500 muertos y más de 3.000 heridos y han obligado a más de 30.000 personas a convertirse en desplazados internos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los combates han afectado igualmente a los miles de migrantes irregulares que están confinados en centros de detención de Trípoli, a los que se intenta trasladar a lugares más seguros en el norte de la ciudad.

En Libia, inmersa en el caos y la guerra civil, hay dos gobiernos enfrentados en la actualidad: uno fruto del plan de paz fallido propuesto por la ONU en 2015 y que a duras apenas controla Trípoli y algunas poblaciones del oeste y, otro, liderado por el mariscal Hafter, que tutela el Parlamento de Tobruk, domina todos los recursos petroleros y controla prácticamente el setenta por ciento restante del territorio.

Del conflicto político se benefician grupos yihadistas y redes mafiosas dedicadas al contrabando de armas, combustible y personas, que se han convertido en el verdadero motor de la economía del país.

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