El resultado de una comunidad que apuesta a la sostenibilidad se refleja en la calidad de vida de su gente y su relación con el entorno.
En un contexto global, donde las fronteras tecnológicas definen los límites del desarrollo, las comunidades juegan un rol determinante en el engranaje necesario para alcanzar el progreso local. Y es que a medida que los países crecen también lo hacen las complejidades y las demandas de las personas de lo que nos provee el entorno: nuestros recursos naturales.
El Banco Mundial establece que para 2050 la población urbana duplicará su tamaño actual y aproximadamente 70 de cada 100 personas en el mundo vivirán en ciudades.
Ante esta realidad el empoderamiento de las comunidades es determinante para la creación de valor compartido y la generación de ingresos sin afectar el entorno. Ese valor que deriva del trabajo conjunto y dedicado para sostener la vida humana y el medio ambiente.
Por esta razón, los proyectos que persiguen la sostenibilidad, como lo es Nature Village en la comunidad de Sabana Yegua en Azua, requieren del respaldo de aliados clave para el desarrollo como lo representa el modelo de intervención con tecnología de punta para el cierre de la brecha digital de Altice Dominicana, a través de la Fundación Altice.
Una comunidad autosostenible con el respaldo de un aliado tecnológico
En esta demarcación, compuesta por alrededor de 50 familias, se ha logrado implementar la primera comunidad autosostenible de la República Dominicana. En esta los habitantes tienen acceso a energía a través de paneles solares, poseen acceso a agua potable, crearon un emprendimiento comunitario y tienen acceso a internet de alta velocidad provisto por Altice.
Desde la perspectiva de desarrollo, el ingrediente de acceso a internet de alta velocidad constituye una necesidad de índole vital, como el agua potable y la energía limpia.
Las familias de Sabana Yegua, para ser una comunidad verdaderamente auto sostenible, requerían contar con una conexión de alta velocidad de internet que les permitiera obtener los datos de indicadores socioeconómicos y demográficos sobre el desempeño de la comunidad, así como tener acceso a wifi en la escuela de la comunidad para lograr la meta de proveer educación a los niños y niñas dentro de la misma comunidad.
Con la conexión de internet superior a 100 mgb de fibra óptica, y a través de sensores conectados a la base de datos, se puede medir desde el volumen de agua que recibe una familia hasta el oxígeno y temperatura de la piscifactoría, un proyecto de crianza de peces que provee ingresos a la comunidad. La calidad del agua, los medidores medioambientales, la producción de energía, la electricidad residencial, el laboratorio de una sala digital comunitaria y otras cosas que puedan surgir quedan en funcionamiento con el internet provisto por la empresa de telecomunicaciones Altice.
Los datos que se reciben a través de los aparatos donados por Altice alimentan una plataforma abierta donde los puntos de data captan información que permitirá evaluar el costo-eficiencia de este primer modelo de comunidad autosostenible, que opera con energía limpia, y planificar cómo puede ser replicado en otra comunidad del país.
Y así, la comunidad de Sabana Yegua en Azua, apoyada por la visión de desarrollo sostenible de sus principales promotores Nature Power Foundation y por la alianza estratégica con Altice Dominicana, queda conectada al futuro y representa un ejemplo tangible del beneficio que representan para el crecimiento sostenido de una comunidad este tipo de alianza.
En palabras de su CEO, Ana Figueiredo, al referirse al proyecto expresó: “A través de la Fundación Altice estamos comprometidos con el desarrollo sostenible de la República Dominicana, proveyendo acceso a conectividad de la mayor calidad, sin costo, para el beneficio de comunidades en las que aún no han podido iniciar un camino hacia el desarrollo. Nuestra meta es apoyar y demostrar con acciones concretas que es posible la transformación comunitaria utilizando como punta de lanza la tecnología, aportando como nuestra mayor responsabilidad social al cierre de la brecha digital en el país”.
Menos plástico, más vida
El uso de plástico PET (tereftalato de polietileno) es uno de los problemas que enfrentamos en la actualidad como resultado del ritmo acelerado en nuestro diario vivir.
Esta realidad ha motivado que Altice sustituya el consumo de botellas de agua plásticas en sus oficinas corporativas por el consumo de agua envasada en empaques de cartón, en busca de reducir significativamente el uso de plástico, como parte de su compromiso con el cuidado al medioambiente. La iniciativa forma parte de “A es sostenibilidad”, la sombrilla desde la cual Altice impulsa todos sus proyectos de sostenibilidad ambiental, dentro del cual se encuentra su gestión integral para contribuir a un planeta más sostenible y saludable.
Se estima la reducción de más de 21,000 botellas plásticas anuales, sustituidas por envases de cartón, provenientes de bosques gestionados de forma responsable y cuyo tapón se crea de la caña de azúcar. El contenido de los envases se puede almacenar por meses sin afectar su calidad.
Para esta iniciativa Altice Dominicana tiene alianza con Ly Company, una empresa española especializada en reducir el uso de envases de un solo uso y la cual tiene presencia en más de 15 países.