Manuel Guerrero
En el marco del congreso Internacional Pedagogía 2025 que se realiza cada dos años en La Habana, Cuba, organizado por el Ministerio de Educación cubano, fuimos invitados por el INAFOCAM junto a docentes de todo el país, sumando alrededor de 80 maestros y funcionarios del Ministerio de Educación (Minerd).
Además de conferencias magistrales, el programa incluyó visitas a centros educativos de la capital. Nosotros fuimos a un centro de la primera infancia, donde se agota un periodo de hasta los seis años de edad o sexto grado de primaria.
Bueno junto a un grupo de docentes de México, Colombia, dominicanos y cubanos decidimos ir al “Circulo Infantil Canto a la Esperanza”, un jardín de infancia localizado en el municipio Playa, provincia La Habana, cerca del hospital de salud Mental Barandilla, así como la Iglesia del Nazareno Versalles, La Habana.
En lo personal me motivó ir a ser parte de esta experiencia vivencial por sentir a la primera infancia como el momento de la vida donde se define el carácter y perfil de los humanos, por lo que es fundamental lo que aquí ocurra para ver qué población estamos proyectando a 20 o 30 años en una determinada sociedad.
Por ser una obra humanística, noble, vocacional y muy profesional, quise ver este momento que viven los niños cubanos de la primera infancia y para ello bajamos a un círculo infantil.
Según datos ofrecidos, desde 1961 se decreta la creación de los Círculos Infantiles como espacio de la primera infancia cubana. La organización de la vida de los niños en los Círculos Infantiles esta normada por un horario de estancia en ellos que contempla la inclusión de las necesidades básicas: Alimentación, aseo y sueño, así como un horario docente que incluye actividades de carácter pedagógicas que propician el desarrollo.
En la visita a este círculo infantil conversamos con Josefa Rodríguez, metodóloga de la provincia La Habana, quien explicó que “la educación infantil es una etapa de carácter voluntaria que comprende desde 0 hasta 3 años y la segunda de 3 a los 6 años y al termino de este segundo ciclo el alumno asciende a la educación primaria. Que todo este proceso esta refrendado por su constitución que reconoce en sus artículos 86 y 87 a los niños y adolescentes y jóvenes como sujetos de derechos”.
Agregó que en la primera infancia persigue el mayor logro posible y se aprenden la mayoría de su “desarrollo psicomotriz, los colores, las formas, a hablar a caminar a socializar desde su nacimiento hasta 6 año, el logro de máximo integral posible”.
La infancia está dividida en dos modalidades o estructurados, una institucional con 1,097 círculos infantiles que cuentan con 262 casitas infantiles, 4,600 escuelas primarias para atender los niños hasta el sexto grado.
La modalidad no institucional da cobertura al programa social comunitaria con 377,580 niños para una atención o cobertura en un 92.2 %. Esta etapa denominada por ellos “no institucional” se realiza a través del programa “Educa a tu hijo”, un modelo educativo que prepara a niños en edad escolar. Está orientado a niños rurales que no cuentan con suficientes espacios adecuados en sus comunidades.
Basado en la idea de que la familia es la primera educadora de sus hijos, este programa es orientado por profesionales del área de educación inicial y la primera infancia.
Preparación de la familia
El medico y enfermera preparan a la familia para las consultas a través de visita al hogar.
Una vez nacido el niño en las consultas de puericultura y visita hogar se continúa preparando la familia de cero a un año. Aquí juega un papel fundamental la atención médica.
Una vez cumplido el año, las familias se agrupan según la edad de los niños y los recursos de la comunidad para recibir los servicios correspondientes
El programa comunitario Educa tu hijo cuenta con nueve folletos y facilitadores o promotores sociales que van llevando con la familia el desarrollo de sus niños. Ellos se manejan con una máxima que sintetiza lo que será su aspiración mas grande, “Invertir en la primera infancia es invertir en el futuro de la comunidad”.
El aprendizaje y la educación en la primera infancia son elementos fundamentales de todos los servicios para el desarrollo integral de la niñez cubana. En los primeros años de vida constituyen un soporte de la ecología social del “cuidado cariñoso y sensible”.
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