La derecha, es decir los partidos que defienden a las clases altas (los ricos, los grandes empresarios, los que tienen más altos ingresos,la Iglesia y la idea de que el estado debe dedicarse a asegurar la libertad individual y no la solidaridad social nacional e internacional, en España se han dividido en tres partidos: el tradicional PP, los que quieren suplantarlo Cs y una escisión de los primeros, VOX, que es catalogado como la extrema derecha. Es decir, los que dicen en voz alta lo que los otros dos piensan pero no dicen, para engañar a los» tontos» pobres y de ingresos medios y bajos, que votan a la derecha, Esa división les ha costado ganar las elecciones del 28 de abril en España.
El PSOE, un partido creado hace más de 100 años , socialista y que ha ido derivando a posiciones cada vez más moderadas hasta el punto que aunque se llama Obrero, vive en una dualidad espiritual: No sabe si es un partido de defensa de los intereses de los asalariados, o de los grandes empresarios. de su país, y por malentendida solidaridad, de los grandes empresarios de otros países, especialmente los de Latinoamérica.
El PSOE vive entre esas dos almas, a veces, proclaman la defensa de los trabajadores y una vez ganan, se transmutan y optan por dedicarse a mandar a favor de los más privilegiados, eso si, con algunas políticas sociales que eviten la agitación social y conflictos que serían disfuncionales para la gobernanza.
El PSOE fue el ganador del 28A. y gran mérito lo tiene su actual líder Pedro Sánchez que supo resistir los golpes bajos de los barones de su partido y de los antiguos líderes que le han hecho la vida imposible, dedicándose desde El País, la cadena SER y otros medios, a debilitar sus posiciones e incluso a alentar a sus adversarios de la derecha contra las posiciones del «nuevo» PSOE., que con esta victoria electoral, sin duda, va liderar, sin grandes oposiciones internas, Sánchez.
A la izquierda del PSOE se encuentran otros partidos que ejemplificamos en la alianza IU-Podemos,Estos, por la realidad en que actúan, no pueden estar en sus políticas muy lejos de las del PSOE, es decir, políticas socialdemocráticas, aunque con una definición más clara y menos ambigüedad, es decir, más de izquierdas: a favor de los asalariados, los desempleados, los pensionistas, las mujeres. y otros a grupos desfavorecidos. La debilidad de estas izquierdas es su tendencia a la fragmentación, a pelearse entre sí, como si les costara pasar de la edad pueril a la adulta.
En pasadas elecciones perdieron un millón de votos, en éstas acaban de perder otro millón de votos.. ¿Cómo pueden confiar los votantes en ellos si ellos no son capaces de saber estar unidos entre sí? Nadie vota y menos confía, en grupos dados al dislate, a las rencillas, a las egolatrías y las disputas por humo, por nada real y concreto, sino por vaguedades. Mientras la izquierda española y la internacional, no logren dar muestras de seriedad uniéndose y creando grandes partidos de masas, los electores no les darán sus votos, y las masas no les van a seguir ya que ellos tampoco les sirven a esas masas para casi nada útil.
La UNIDAD ORGÁNICA es la gran lección para una Izquierda que quiera dejar de ser una esperanza idealizada para convertirse en una realidad sociológica y política. Sin eso nunca construirán Pueblo ni tendrán un espacio político seguro y estable, un nicho leal de votantes.
Carlos J. Báez Evertsz
Torrelodones, 29/4/2019.