En el primer período de Danilo Medina como presidente, sorprendió que el reparto de Obras para Educación, grande, gracias al 4% asignado para este renglón, se hiciera «democraticamente», por sorteo.
Claro, aparecieron cabilderos que o bien «orientaron» que terreno comprar o se convirtieron en «elegibles» para alguna que otra obra y aprovechar para ser seleccionados y engordar sus arcas.
Danilo, al parecer feliz por haber llenado de aulas el pais, se deja convencer de un slogan a destiempo: «República Digital».
«el lapiz» es quien aprende, lo digital solo es la herramienta.
La mentira de que el país se desarrollaría a base de tabletas y teléfonos celulares, en vez de perfeccionamiento de los profesores, métodos de enseñanza y pensums, persigue solo una cosa. la «picota» millonaria que representaran los dineros que se asignaran a una cacareada «República Digital» para un pueblo que justo esta liberandose del analfabetismo y con muchas dificultades educativas.

