En un curioso contraste entre dos ciudades y dos actitudes políticas, el candidato del Partido Liberal Dominicano (PLD) en Santiago de los Caballeros, Victor Fadul, ha encontrado un apoyo estratégico en la gestión municipal de Abel Martínez, lo que ha impulsado su crecimiento en la percepción pública. Este respaldo táctico destaca la conveniencia de reconocer y asociarse con los éxitos de una administración eficaz.
Mientras tanto, en Santo Domingo Este, el candidato Dio Astacio muestra una actitud notablemente mezquina al despreciar la gestión del actual alcalde, Manuel Jiménez. A pesar de los logros significativos que han transformado la ciudad, como la dignificación de sueldos, la modernización de los Bomberos, el rescate de mercados, la reconstrucción del abandonado cementerio y la intervención de los principales parques icónicos, Astacio parece cerrar los ojos a estos avances.
Jiménez ha liderado una gestión integral que no solo ha transformado la infraestructura de la ciudad, sino que también ha abordado cuestiones fundamentales como la sanidad de las finanzas municipales y la reducción de la deuda heredada. La estética mejorada de las avenidas, el proceso integral de limpieza con camiones nuevos adquiridos sin deudas, las licitaciones de obras transmitidas en vivo y la creación de una oficina para la atención al dominicano en el exterior son testamentos de un liderazgo proactivo y transparente.
La actitud de desprecio de Astacio hacia los logros de Jiménez plantea interrogantes sobre su enfoque en la competencia política, centrado en la disputa personal en lugar de en el bienestar colectivo. Mientras Victor Fadul encuentra apoyo en reconocer lo positivo de la gestión de Abel Martínez, Astacio parece despreciar los méritos del liderazgo de Jiménez, sugiriendo una perspectiva estrecha y egoísta.
Este contraste revela la importancia de evaluar a los candidatos no solo por sus palabras, sino por su capacidad de reconocer y valorar los esfuerzos que contribuyen al desarrollo sostenible y al bienestar de la comunidad, independientemente de las afiliaciones políticas.