El hambrevirus es un «virus» letal que se cobra diariamente la vida de 8.500 niños por desnutrición, lo que equivale a decir que un niño muere de hambre en el mundo cada 10 segundos.
Sin embargo, este «virus» no ha tenido la misma repercusión mediática que el coronavirus, y ello por una razón básica: no constituye una amenaza para los privilegiados del planeta porque no es contagioso; un multimillonario podrá ser víctima del coronavirus, pero nunca del hambre. Afortunadamente puede uno tener contacto, sin mascarilla y sin lavarse las manos, con niños moribundos desnutridos sin que el hambre se «pegue».
Y, mientras tanto, este «virus», contra el que no se han construido megacomedores, sigue diezmando a la población infantil a pesar de existir una vacuna que muestra una eficiencia del 100% : la comida.